Ergyphilus Niños 14 sobres, Nutergia
Fermentos lácticos, Lactobacillus rhamnosus GG, L. fermentum, Bifidobacterium bifidum y Vitamina D3 para favorecer el equilibrio de la flora intestinal del niño desde el nacimiento.
ERGYPHILUS® Niños ha sido especialmente formulado para favorecer el equilibrio de la flora intestinal del niño desde el nacimiento. ERGYPHILUS® Niños asocia 3 cepas :
- el Lactobacillus rhamnosus GG* (LGG) cepa patentada* que ha sido testada en estudios clínicos sobre bebés,
- el Lactobacillus fermentum que proviene de la leche materna,
- el Bifidobacterium infantis, cepa dominante en la flora de los niños lactantes.
Las cepas probióticas de ERGYPHILUS® Niños han sido seleccionadas por su origen humano, su estabilidad y su buena tolerancia a la acidez y a las sales biliares. Además, un complejo protector específico favorece su supervivencia. La forma en sobre permite una comoda administración.
*Cepa patentada Valio Ltd, Finlandia.
ERGYPHILUS® Niños es particularmente indicado :
- Para favorecer el desarrollo de una microflora intestinal beneficiosa (prevención de los terrenos alérgicos, atopia),
- En caso de trastornos digestivos : cólicos del bebé, regurgitaciones, diarreas, estreñimiento, gases,
- Para bebés y niños que no tomaron lactancia materna,
- En caso de antibioterapia.
Consejos de uso para niños de 0 a 6 años
1 sobre al día a diluir en el primer biberón templado.
Para los más grandes, 1 sobre al día a diluir en ½ vaso de agua preferentemente por la mañana en ayunas o fuera de las comidas.
Conservar el producto preferentemente a +4°C.
Composición por sobre
-Lactobacillus rhamnosus GG* 1000 millones
-Lactobacillus fermentum 1000 millones
-Bifidobacterium infantis 1000 millones
1 sobre contiene 3000 millones de gérmenes revivificantes protegidos por una matriz polisacarídica.
Presentación
Caja de 14 sobres
Una flora intestinal equilibrada
Antes de nacer, el sistema intestinal de un bebé es esteril. Durante el parto se inicia su colonización por gérmenes que provienen de la flora vaginal de la madre y del entorno. Además, estudios recientes muestran que la leche materna no es esteril, tal y como se pensaba, sino que aporta lactobacillus que, después de un mes de lactancia, sustituyen las bacterias inicialmente aportadas por la flora vaginal de la madre.
Bajo la influencia de la fisiología intestinal y de la alimentación, las poblaciones bacterianas serán diferentes. Los niños lactantes desarrollan una flora dominada por las bifidobacterias mientras que los niños alimentados con leche maternizada (no materna) tendrán una flora más variada (bacteroides, clostridium, estreptococos...) y menos rica en bifidobacterias.
Ahora bien, se suelen observar menos infecciones y reacciones de tipo alergía en niños lactantes. Del mismo modo, sobrepeso y obesidad son menos frecuentes en los niños y adolescentes que tomaron lactancia materna.
Efectivamente, la flora intestinal tiene un papel central gracias a la inhibición del crecimiento de los microorganismos patógenos, a la competición por los nutrientes y por la adhesión a las células epiteliales y a la modulación de la fisiología intestinal.
Desarrollo de la flora intestinal
Factores externos e internos tales como el entorno, la alimentación, el tipo de parto, los tratamientos medicamentosos… influyen en la implantación y el mantenimiento de la flora intestinal del niño.
B.infantis es una de las primeras especies en colonizar el intestino de los bebés lactantes. Permitirá inhibir el crecimiento de las bacterias patógenas entrando en competencia con bacterias patógenas para la adhesión y para los nutrientes, acidificando el pH.
Maduración de las defensas inmunes
En el bebé, el tipo de bacterias que colonizan el intestino es muy importante para la maduración del sistema inmunitario ya que representa un estímulo para la respuesta inmune.
Estudios realizados en bebés muestran que la ingestión de LGG permite prevenir la aparición del eczema atópico y del terreno alérgico.
In vitro y en el animal, el L.fermentum aislado de la leche materna, muestra también propiedades inmunomoduladoras sobre la respuesta inmunitaria innata y específica. Permite aumentar la capacidad fagocitaria de los leucocitos sanguineos, aumentar las IgA, inmunoglobulinas protectoras, y las citoquinas Th1.
En el primer año de vida, la vía Th1 no es todavía funcional.
Es la Th2 la que predomina. Un buen equilibrio de la flora intestinal debe orientar los linfocitos T helper hacia un fenotipo Th1, inhibiendo las reacciones alérgicas de tipo Th2. De ahí la importancia del buen desarrollo de la flora eubiótica en este periodo.
Confort digestivo
Lactobacillus y bifidobacterias son capaces de ayudar a la digestión de la lactosa, de regular el tránsito intestinal y de reducir los gases, y por lo tanto permiten mejorar el confort digestivo de los niños. El LGG tiene un interés en caso de diarreas agudas (con rotavirus) del bebé o del niño. En caso de tratamiento antibiótico, un suplemento en probióticos, en particular en LGG, permite limitar la alteración de la flora intestinal.
Nutergia